Este estudio explora el papel de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) como herramienta de acompañamiento emocional y social para las generaciones Z y Alfa, las primeras en crecer en un entorno completamente digital. A través de investigación y entrevistas cualitativas, el informe identifica cómo estas generaciones viven una paradoja contemporánea: hiperconectadas tecnológicamente, pero con una sensación creciente de desconexión emocional y vacío afectivo.
En este contexto, la IA Generativa emerge como un recurso de apoyo emocional, capaz de ofrecer espacios de expresión sin juicio, ayudar a gestionar emociones o facilitar rutinas y aprendizajes. Sin embargo, el estudio enfatiza que no sustituye la conexión humana, sino que puede actuar como mediadora o acompañante simbólica en momentos de vulnerabilidad.