Un planeta, una salud | NTT DATA

ju., 07 abril 2022

Un planeta, una salud

Cuidar del planeta es cuidar de nuestra salud. Por sorprendente que parezca, el medio ambiente tiene influencia mayor en nuestro bienestar que la propia asistencia sanitaria. No es algo novedoso, Marc Lalonde a mediados de los años 70 promulgó la teoría de los determinantes de la salud, otorgando a la asistencia sanitaria poco más del 10% de la responsabilidad sobre el estado de salud de una población.

Las autoridades sanitarias empezaron a vigilar de una mayor manera la salud animal, a raíz de la virulenta variante H5N1. A instancia de los Centros de Control de Enfermedades y las Asociaciones Médicas y Veterinarias surgió un concepto que engloba todo aquello que implica el bienestar de la salud, lo que entendemos como One Health, que poco después fuera adoptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones sanitarias.

Rabia, brucelosis, Ébola o el reciente SARS-Cov-2 son algunas de las enfermedades objeto de vigilancia por la iniciativa One Health. La salud es transversal, es imposible tener una buena salud si alguna de las variantes que la influyen -medio ambiente, animales y humanos- falla.

Por eso precisamente hoy, 7 de abril, Día Mundial de la Salud, la OMS se encarga de recordarnos que un planeta contaminado, con enfermedades como el cáncer, el asma y las cardiopatías en aumento, es imprescindible aplicar medidas urgentes para mantener la salud de los seres humanos y del planeta, incentivando un cambio para que las sociedades se preocupen del bienestar.   

La crisis climática es, sin duda, también una crisis sanitaria. Al año se producen más de 13 millones de defunciones debidas a causas ambientales evitables. La tecnología juega un papel imprescindible en ello. El camino pasa por crear sociedades del bienestar sostenibles, comprometidas con una salud más equitativa. Estas economías del bienestar deben velar realmente por el bienestar de las personas, por la equidad y por la sostenibilidad medioambiental.

Para ello debemos crear estrategias One Health que se desarrollen e implanten a todos los niveles: territoriales, científicos y políticos. La tecnología es la principal palanca para ello, como promotora y posibilitadora de nuevas políticas. Los datos son el gran aliado, para el diseño de estas. Poder analizar y comunicar información sobre salud humana, animal y ambiental de múltiples países puede ser un factor decisivo para crear una salud más global, más igual y más real.

La esfera de la salud laboral es otro factor muy a tener en cuenta. La consciencia en torno a ello ha crecido en los últimos tiempos, tanto en una situación física con la prevención de riesgos laborales, como en materia de salud mental. Las empresas están llamadas a cuidar no solo del medio ambiente y del clima laboral, sino de la propia salud y el bienestar de sus empleados.

Es urgente la estandarización y la creación de plataformas que permitan trabajar con los datos, porque la tecnología ya está lista para ello. Esta coordinación nos afecta, como el bienestar del planeta, a todos. Por ello es imprescindible tomarse el tiempo, y las urgencias necesarias para diseñar los instrumentos necesarios; tecnológicos, organizativos y burocráticos que nos permitan acercarnos al One Health para cuidar de todos, y de todo lo que nos influye.