Tres años más tarde y la industria farmacéutica todavía está asimilando las lecciones que dejó el COVID19, entre las que se encuentran la necesidad de desarrollar nuevas formulaciones de un modo ágil y colaborativo, poner un mayor foco en los tratamientos personalizados o construir cadenas de suministro más resistentes.
Estos asuntos eran ya evidentes antes de la pandemia, pero la crisis de 2020 y 2021 fue el catalizador que impulsó el inicio de una actuación urgente, algo que continúa en la actualidad. Aun así, las ciencias de la vida tienen otras muchas prioridades de suma importancia. Estas son algunas que creemos que darán forma a la industria en los próximos años:
De las patentes a los procesos. Las empresas de las ciencias de la vida ya no dependen de un pequeño número de medicamentos altamente rentables para mantener sus resultados y ventas. En la actualidad, los tratamientos se centran más en los procesos y no tanto en formulaciones individuales. Así, combinar los fármacos con actividades de gestión de la atención médica es ahora mismo más importante que la antigua patente válida para todo. A medida que el mercado de la salud avanza hacia este enfoque más holístico, con las personas en el centro, cobra relevancia la necesidad de repensar los modos en los que diferentes tratamientos pueden funcionar en conjunto.
I+D más rápido y flexible. ¿Cómo desarrollar entonces nuevos medicamentos y aplicaciones? Más allá de los tradicionales laboratorios internos, existen numerosas opciones. Lo habitual en la industria es que las compañías farmacéuticas compren a sus competidores más pequeños para ir haciéndose con su cartera de medicamentos, y las fusiones y adquisiciones siguen siendo el método favorito para ampliar estas opciones. Pero conforme las empresas exploran y hacen un mejor uso de las plataformas de desarrollo conjunto en la nube, están descubriendo nuevas formas de colaborar basadas en un ecosistema de trabajo flexible. Creemos que este enfoque tiene un gran potencial.
Digitalización y descentralización. Para las empresas de ciencias de la vida, adoptar la colaboración en la nube significa que también deberán llevar a cabo una digitalización de procesos y sistemas a gran escala. Aprovechar las oportunidades de la nube al máximo, con todo su potencial de reducción de costes, velocidad y agilidad, requiere en primer lugar que las empresas digitalicen sus procesos centrales. Una vez dado este primer paso, tendrán que transformar también su organización y sus métodos.
Las ciencias de la vida evolucionan a gran velocidad, conforme la industria va respondiendo a cambios importantes en las distintas políticas y en los modos de prestación de atención sanitaria. En este panorama de cambio constante, esperamos que las empresas de ciencias de la vida modifiquen sus estructuras y culturas para volverse más descentralizadas, otorgando un mayor empoderamiento a nivel local. El desarrollo de nuevos procesos descentralizados para ensayos clínicos demuestra cuán importantes pueden ser estos cambios. La gran paradoja de este proceso es que la propia descentralización genera una mayor presión sobre los sistemas centrales de registro, por lo que es más necesario que nunca contar con una única versión de la verdad, siempre vigente y siempre disponible.
Cadenas de suministro y ciberseguridad. La crisis en las cadenas de suministro que persiste desde la pandemia requiere que nos replanteemos cómo se transportan y gestionan los medicamentos, especialmente en un mundo en el que las condiciones médicas de larga duración, con necesidades de tratamiento complejas, son cada vez más comunes. Hay muchas cuestiones que resolver: ¿Cómo garantizar la seguridad inherente de los medicamentos desde su desarrollo hasta la entrega? ¿Cómo asegurar la integridad de los procesos centrales mientras se colabora de forma remota en el desarrollo de fármacos? ¿Cómo verificar la integridad de los medicamentos individuales y en lote en una industria en la que la seguridad pública es la prioridad absoluta? ¿Cómo evitar que los medicamentos se deterioren en almacén, se conserven en condiciones inadecuadas o se adulteren de forma deliberada? ¿Cómo mitigar las disrupciones y el fraude aprovechando tecnologías como blockchain?
Regulación y sostenibilidad. Por último, por numerosas buenas razones, las regulaciones son cada vez más estrictas. Por ello, es necesario desarrollar nuevos métodos que garanticen que los proveedores de primera y segunda línea eleven sus estándares en todos los aspectos, desde las condiciones laborales de sus empleados hasta su huella de carbono. También es fundamental un mayor escrutinio de los tratamientos individualizados, que son cada vez más complejos. En la actualidad, por ejemplo, NTT DATA está trabajando con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para establecer una plataforma en toda Europa para todas las futuras presentaciones de ensayos clínicos, asegurando así el cumplimiento de las leyes más estrictas que se están aprobando.
¿Nuestra conclusión? El cambio es una realidad ineludible para las ciencias de la vida y las empresas de más éxito son las que abrazan ese cambio y hacen que les sea ventajoso. Estas empresas necesitan un método de respuesta ágil y controlado que les permita introducir con rapidez nuevos modelos y tratamientos médicos, sin comprometer el cumplimiento de la legislación y normativa en vigor.