Visibilizar el capital natural permite trasladar el valor real del medio natural a los tomadores de decisiones que gestionan el territorio. A partir del estudio de las relaciones establecidas entre la sociedad y la empresa con el medio se parametriza el valor del medio natural, –los activos naturales– y la demanda social de naturaleza –servicios ecosistémicos– con el fin de identificar la contribución de la naturaleza a un marco de desarrollo social y económico, y definir la dependencia que tiene este marco de desarrollo de la naturaleza.
Fruto del estudio de un sistema de relaciones sociales y ambientales ligadas al contexto territorial, se logra la parametrización del medio natural. En base a la información que aporta el análisis de la demanda de naturaleza por parte de la sociedad, el uso, transformación y disfrute de recursos naturales y servicios ecosistémicos que hace la sociedad se obtiene información cualitativa, cuantitativa y económica del intercambio de demandas y beneficios del sistema socio ambiental. Los resultados aportados sirven de base para identificar indicadores de gestión, que interpretan el funcionamiento del sistema y permite evaluar un modelo de operatividad “segura” doblemente material.
Los conceptos y herramientas que se presentan en esta serie (modelo de capitales, límites planetarios, economía de la rosquilla, valoración del capital natural) vienen a proporcionar un método objetivo a través del cual proyectar escenarios de gestión para los seis capitales, en base a actuaciones que modifiquen el estado o condición del sistema ambiental - social, el intercambio de beneficio entre las relaciones (ecosistémicas, socio ecosistémicas, socioeconómicas) y riesgos derivados de los impactos (cualitativos, cuantitativos, económicos) actuales y futuros sobre el territorio analizado. Todo ello, manteniendo la trazabilidad de la información recopilada en el territorio y poniéndola al servicio de los tomadores de decisiones, estratégicas u operativas, de cara a su puesta en valor interno para la compañía (shareholders) o externo de la compañía (stakeholders).
Una vez puesta en práctica esta metodología de trabajo en casos específicos, el tomador de decisiones será capaz de realizar una valoración de escenarios y evaluar cómo su aportación doblemente material a la sostenibilidad del territorio, genera valor en cuanto a demandas ambientales y sociales, sino que además, en cuanto a la gobernanza y gestión del riesgo provee de soluciones costo eficientes a los retos de la sostenibilidad operativa y corporativa, en función de cuán lejos o cerca de los límites del espacio operativo seguro lleva la gestión y explotación de los distintos elementos clave del sistema socio ambiental.
Beneficios de la sistematización de la gestión del valor
Gracias a la sistematización del procedimiento de gestión del valor socio ambiental del territorio, el tomador de decisiones es capaz de llevar a cabo una evaluación iterativa del riesgo generado por sus actuaciones y visualizar el rendimiento obtenido (operativa mediante la determinación del valor en riesgo producido) entregando como resultado la definición de planes de gestión territorial ad hoc que:
- Valoran simultáneamente la producción de servicios ecosistémicos y el estrés sistémico generado en dicha producción.
- Consideran e integran aspectos productivos, sociales, ambientales y de prevención de riesgos de forma conjunta y armónica.
- Al basarse en escenarios cuantificados y trazables, pueden integrarse verticalmente para obtener y gestionar indicadores a nivel agregado (corporativo o jurisdiccional).
El levantamiento, producción y utilización de datos de calidad basados en el territorio es condición sine qua non para la aplicación de este enfoque. Sin ellos, se pierde gran parte de su trazabilidad, robustez y valor. Para ello, herramientas como la explotación de sensores remotos y la integración de nuevos sistemas de monitorización –cámaras multiespectrales, UAV-LiDAR y otros sensores no ópticos– comunicados mediante lógicas IoT y filtrados mediante la aplicación de IA específica –visión artificial y otras aplicaciones de clasificación– proporcionan mecanismos esenciales para el acceso a datos de alta calidad, frecuencia y trazabilidad, con costes que a largo plazo son fraccionarios respecto del coste convencional de adquisición.
Además, la generación y utilización de datos de calidad permite:
- Reducir y/o gestionar la incertidumbre operacional, al contar con mejores bases para la toma de decisiones
- Aumentar la capacidad analítica disponible para la determinación de capacidades de carga y niveles de estrés (riesgo), aumentando así la calidad analítica de la planificación
- Escalar los datos originados para una aplicación territorial u operativa a otros ámbitos, como los jurisdiccionales y corporativos
- Avanzar hacia una gestión adaptativa al hacer posible la evaluación y aprendizaje continuo
Con ello, cualquier compañía, organización o administración pública puede proporcionar soluciones operacionales basadas en los objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de la compañía, generando indicadores ESG trazables, de calidad y de riesgo nulo de greenwashing. El avanzar hacia un modelo tecnológico de gestión guiada por datos (data-driven) e integrada del negocio y su sostenibilidad permite evaluar, certificar y reportar los progresos en sostenibilidad doblemente material para el medio, la sociedad y la economía, en línea con la visión propuesta por el European Financial Reporting Advisory Group (EFRAG, 2021).
En definitiva, la gestión del valor del territorio permite obtener una evaluación de los riesgos potenciales para adaptar y mejorar el modelo de sostenibilidad. Te explicamos cómo en el informe 'De los negocios tradicionales a los negocios sostenibles'.