Johan Röckstrom y otros, en 2009, y Kate Raworth, en 2012, contribuyeron a dar forma a los conceptos de “Espacio Operativo Seguro y Justo” y su traducción práctica en la denominada “economía de la rosquilla” (doughnut economics). La rosquilla resulta de establecer, por el lado de dentro, unos mínimos de intervención de los ecosistemas, requeridos para la satisfacción de las demandas de las personas que dependen de ellos; y por el lado de fuera, definir unos máximos que cada ecosistema puede proveer sin dejar de ser sostenible.
¿En qué consiste el espacio operativo seguro?
El espacio entre este mínimo y este máximo se define como espacio operativo seguro, en el que no se pone en riesgo la buena salud de las personas ni de los ecosistemas, y justo, en tanto reconoce las necesidades de las personas que dependen del territorio.
¿Cómo se aterriza el espacio operativo seguro para la gestión de ecosistemas y territorios concretos?
Para ello es necesario comprender y cuantificar la lógica y dinámica sistémica de cada territorio y de cada servicio ecosistémico que proporciona. Obviamente, esa comprensión se produce mediante la acumulación de datos relevantes, que al ser analizados e interpretados componen una visión específica de cada uno de esos servicios, que puede componerse para formar una comprensión más completa de las dinámicas e interacciones que se producen en el socio ecosistema.
A partir de la determinación de la oferta sostenible de agua, tierra cultivable, madera, etc., dentro de los límites planetarios, es posible planificar el uso de cada uno de esos servicios dentro de este espacio seguro.
A su vez, los límites planetarios conforman la base de proyectos como los Science Based Targets y Science Based Targets for Nature, que precisamente permiten establecer metas basadas en no superar esos límites planetarios y aprovechar en plenitud las oportunidades que brinda la utilización de soluciones para el cambio climático basadas en la naturaleza. Los avances en este campo están descubriendo que, frecuentemente, estas soluciones son más eficaces y eficientes que las basadas solo en infraestructura.
La visión holística que aporta la integración de los motores de pérdida de biodiversidad junto con las necesidades que demanda la sociedad para plantear soluciones al cambio climático permite integrar en un marco de evaluación los esfuerzos que realiza una compañía por operar de forma responsable con el capital natural, la contribución social proporcionada por tal esfuerzo, y validar que su propuesta de valor y modelo de negocio generan crecimiento económico sostenible en el tiempo, responsable y resiliente ante riesgos.
El concepto de co-beneficios, que el IPCC formula desde la perspectiva de cambio climático para referirse a los beneficios que produce la lucha contra el cambio climático en otros aspectos como los económicos y sociales, no captura totalmente la magnitud de las oportunidades existentes en la integración de un enfoque que diseña, mide y evalúa la gestión del patrimonio natural e industrial como un todo.
Cada uno de los nueve motores de riesgo del sistema conecta con al menos uno o varios activos naturales del capital natural, formando una red de interacciones compleja pero plenamente abarcable con las tecnologías de la información actuales.
Los fundamentos sociales son las necesidades mínimas que la sociedad directamente vinculada al territorio demanda o necesita ver cubiertas para su desarrollo social y económico, provistas por los servicios ecosistémicos y la propia actividad empresarial.
Cualquier proyecto de sostenibilidad de los activos naturales generará un beneficio en la sociedad a través de una mejora en la provisión de servicios ecosistémicos a largo plazo. Cualquier proyecto de responsabilidad social, puesta en valor o mejora en el modelo de producción, generará una revalorización del capital natural a través de la sostenibilidad de los activos naturales e igualmente una mejora en la provisión de servicios ecosistémicos.
Finalmente, cualquier actuación orientada a mejorar el desempeño económico dentro del espacio operativo seguro contribuirá a aumentar la valoración de los servicios ecosistémicos en que se sustenta y de los activos naturales que los producen, contribuyendo con ello a su conservación y sostenibilidad.
Las actuaciones que mejoran el sistema dentro del espacio operativo seguro aumentan la valoración de los servicios y de los activos naturales que los producen. Te explicamos cómo en el informe 'De los negocios tradicionales a los negocios sostenibles'.