Cloud Advisory: cómo sacar el máximo partido a tu infraestructura de la nube | NTT DATA

ju., 25 abril 2024

Cloud Advisory: cómo sacar el máximo partido a tu infraestructura de la nube

¿Qué es Cloud Advisory?

La computación en la nube ha revolucionado la forma de trabajar de las empresas. En el actual entorno digital, que evoluciona rápidamente, las organizaciones deben alinear su estrategia Cloud con sus objetivos empresariales si quieren añadir valor a su negocio. Los servicios de Cloud Advisory de NTT DATA se han diseñado para sacar el máximo partido a la infraestructura cloud y, de esta forma, maximizar la productividad, identificar oportunidades de innovación y crear una estrategia cloud ágil y preparada para los retos del futuro.

En este artículo explicamos las tres tendencias principales en lo que respecta a Cloud Advisory. Todos ellos deberían formar parte una estrategia de servicios cloud que permita una mayor adaptabilidad y crecimiento en un entorno empresarial en constante cambio.

1.Infraestructura Componible: la clave de la agilidad y la capacidad de respuesta

Hay una cita célebre que describe a la perfección el panorama empresarial actual: "Lo único constante es el cambio" (Heráclito). En este contexto, las organizaciones deben contar con flexibilidad que les permita aprovechar las oportunidades de mercado, responder a la disrupción y fortalecer su resiliencia. La infraestructura componible (composability en inglés) es un marco transformador que permite a las organizaciones construir, ensamblar y reensamblar los elementos de negocio. Estos componentes, conocidos en inglés como Packaged Business Components (PBC), podrían compararse en cierta manera con los bloques de construcción de Lego™.

El concepto de “componible” o modular es un principio esencial de las infraestructuras basadas en la nube, pues se alinea perfectamente con los estándares de la industria y permite acceder a recursos de redundancia y de alta disponibilidad que refuerzan las medidas de seguridad y de cumplimiento. Los PBCs pueden reutilizarse para obtener una mayor estandarización, acelerar la entrega y reducir considerablemente el tiempo de comercialización y los costes generales.

Sin embargo, integrar el principio de elementos componibles en una infraestructura que ya existe plantea ciertos desafíos, especialmente para las organizaciones grandes. Entre los más importantes podemos mencionar la falta de competencias especializadas a nivel interno, la dependencia de soluciones patentadas y, fundamentalmente, la resistencia a los cambios culturales y organizacionales. Para superar estos retos, ofrecemos tres buenas prácticas a seguir para una implementación exitosa:

  1. Conectar la experiencia con las operaciones. Fomentar la conectividad entre los clientes, los partners y los empleados; romper los silos internos para mejorar la alineación empresarial, y adoptar un enfoque de ecosistema en la experiencia del cliente.
  2. Encontrar el equilibrio entre los elementos patentados y estándar. Definir qué resultados se quieren obtener teniendo en cuenta las capacidades de la plataforma y buscando el equilibrio entre la conectividad y el control. Priorizar las necesidades críticas, identificar los desarrollos personalizados que sean imprescindibles y eliminar los que no se utilicen y supongan un gasto innecesario de recursos.
  3. Aprovechar los beneficios de la infraestructura componible y la IA. Reemplazar las antiguas plataformas monolíticas con componentes modulares para mejorar los tiempos de entrega y la colaboración. Integrar tecnologías de aprendizaje automático y analítica en la infraestructura.

2. Sostenibilidad: de FinOps a GreenOps

Actualmente, la sostenibilidad es una de las principales preocupaciones de las empresas. Además de ser una respuesta a cuestiones éticas, también ofrece beneficios tangibles relacionados con la reducción de costes, el cumplimiento normativo, el posicionamiento en el mercado, la ventaja competitiva y la innovación, entre otros. Para disfrutar de estos beneficios, las empresas deben comprometerse con sus objetivos de responsabilidad social corporativa y con el cumplimiento de la legislación y los estándares aplicables, alineando su estrategia tecnológica con la estrategia y objetivos corporativos.

Sin embargo, aunque integrar la sostenibilidad en las prácticas de TI puede suponer una reducción de costes, este ahorro no siempre resulta evidente. Para lograrlo, es necesario que los departamentos de TI optimicen la utilización de los recursos, buscando la eficiencia económica () al menor impacto medioambiental posible (Sustainable IT). La sostenibilidad es un compromiso a largo plazo que no solo debe ser compatible con la sostenibilidad financiera y los objetivos empresariales, sino también contribuir a los mismos.

Cuando hablamos de GreenOps nos referimos a la combinación de los dos conceptos que acabamos de mencionar y que consiste en un conjunto de prácticas y principios que garantizan el equilibrio a largo plazo entre el impacto ambiental y la eficiencia operativa y financiera. En algunos casos, es posible que la inversión en sostenibilidad se traduzca en un aumento de los gastos. Por ejemplo, cambiar la ubicación de los centros de datos a una región basada en energías renovables. Pero este coste adicional podría compensarse con soluciones que reduzcan tanto los costes como el impacto ambiental y que consistan, por ejemplo, en apagar las máquinas virtuales que no se utilicen y monitorizar el uso de recursos para hacer predicciones e incluirlas en la estrategia de GreenOps. Todo esto da como resultado un equilibrio eco-económico que combina la inversión en sostenibilidad con un plan de negocio a largo plazo.

3. Soberanía de la nube: control, cumplimiento y agilidad

La soberanía de la nube se puede definir como la capacidad de una organización para asegurar el control, la propiedad y la jurisdicción de sus datos, aplicaciones e infraestructura dentro de un entorno de computación en la nube. Abarca tres áreas clave:

  1. Soberanía de los datos: es la capacidad de una organización para controlar sus datos y protegerlos frente a los accesos no autorizados, de forma que se garantice el gobierno y el cumplimiento de la legislación aplicable.
  2. Soberanía operativa: es la gestión y monitorización de las infraestructuras y las operaciones en la nube para garantizar la continuidad del negocio y el cumplimiento de la normativa.
  3. Soberanía técnica: permite ejecutar cargas de trabajo y aplicaciones sin una dependencia excesiva de un único proveedor, lo que proporciona flexibilidad a la hora de seleccionar y cambiar de proveedores según sea necesario.

La soberanía de la nube ofrece una serie de beneficios que pueden mejorar significativamente el rendimiento de las organizaciones: seguridad, mayor control de los recursos alojados en la nube, cumplimiento de las exigencias legales, mayor privacidad de los datos, y capacidad para adaptar y escalar rápidamente las soluciones de la nube. Sin embargo, estos beneficios pueden venir también acompañados de problemas relacionados con las exigencias normativas, la complejidad de los servicios cloud, la escasez de alternativas a los grandes proveedores (hyperscalers), la falta de transparencia cuando se opera en diferentes regiones o la insuficiencia de capacidades internas.

Mediante la definición de una estrategia clara, la adopción de las prácticas recomendadas y la colaboración con expertos como NTT DATA, es posible afrontar con éxito estos desafíos y sacar el máximo partido a la soberanía de la nube. Con una planificación minuciosa y conocimientos expertos en gobierno del dato, control operativo y flexibilidad técnica, se puede lograr una ventaja estratégica en el cambiante mundo de la computación en la nube.