El telecuidado: transformando los servicios de cuidados de personas dependientes | NTT DATA

vi., 29 julio 2022

El telecuidado: transformando los servicios de cuidados de personas dependientes

Existe una figura esencial para los cuidados y la atención en el hogar de las personas dependientes, que suele pasar por desapercibida, pero que juega un rol crucial en el ámbito sociosanitario. Hablamos de los cuidadores.  

Familiares, convivientes, que ejercen una labor esencial en el cuidado, lo que supone muchas ventajas tanto para la propia persona dependiente quien puede permanecer en su hogar- como para las Administraciones Públicas -en cuanto al ahorro que implica para todo el sistema sociosanitario.  

En NTT DATA estamos desarrollando el servicio etxeTIC para la Diputación Foral de Bizkaia, junto con las empresas Igurco e Ideable para facilitar los cuidados y dar una atención continua y personalizada a las personas dependientes y a sus cuidadores. 

EL MODELO ETXETIC: UN CAMBIO EN EL MODO QUE SE PRESTAN LOS SERVICIOS DE CUIDADO EN EL HOGAR  

El primer foco en el que estamos teniendo impacto es en el cambio del modo en el que se prestan los servicios de cuidado en el hogar. En muchas ocasiones, el cuidado de personas dependientes se articula alrededor de centros de cuidado o de recursos presenciales de similares características, en los que las plazas son limitadas y las personas dependientes acuden solo unas horas al día. 

Gracias al equipamiento tecnológico, a la digitalización de algunos procesos y la nueva organización del flujo de estos centros, se puede conseguir que desde un único centro se preste servicio a decenas de familias que viven en su entorno próximo. Estamos hablando de una atención basada en el telecuidado

¿Cómo lo hacemos? 

Con un plan de apoyo específico a la persona dependiente y a su cuidador, el cual se fundamenta en los siguientes aspectos: 

  • Valoración integral 

El primer paso es la realización de un diagnóstico por parte del gestor de caso, identificando los principales síndromes y riesgos. Esta valoración incluye, además, un perfilado tecnológico para conocer el nivel de uso y la destreza en el manejo de la tecnología.  

  • Plan de apoyo personalizado 

Este plan identifica si se requieren intervenciones a nivel emocional, funcional, cognitivo o en otros ámbitos de actuación, personalizando de este modo la atención que tanto la persona dependiente como la cuidadora recibirán. 

  • Monitorización desde el hogar  

A través de una tablet y de una pulsera de actividad es posible ofrecer recursos y actividades tales como videollamadas, musicoterapia, juegos de estimulación cognitiva o vídeos con ejercicios; del mismo modo, el profesional gestor de caso puede realizar un completo seguimiento. 

El objetivo final es, la asignación de un profesional de referencia, del uso de estas tecnologías de apoyo y prevención (telecuidado), y de la asistencia puntual al centro, proporcionar un apoyo personalizado para conseguir que las personas puedan permanecer en su hogar el mayor tiempo posible, si así lo desean. 

Con un telecuidado frecuente, acompañado de la atención presencial periódica en el centro de atención diurna, se pretende buscar la eficiencia en el uso de los recursos y ofrecer una atención continua y personalizada a las personas en su hogar.  

TRANSFORMANDO LOS CUIDADOS EN EL HOGAR CON EL TELECUIDADO 

Esta orientación en los cuidados, unido a un servicio de soporte psicológico, además de las guías de cuidado y atención, supone un enorme apoyo para los cuidadores. Y a la vez, una reducción de costes. El telecuidado contribuye al ahorro de recursos públicos, posibilitando que los cuidadores puedan seguir ejerciendo su labor de la manera más fácil y efectiva posible.  

Cada euro invertido en tecnologías de monitorización como el telecuidado permite el desarrollo de una enorme labor de prevención. Con el seguimiento y la terapia desde el hogar, los profesionales pueden no solo reducir los efectos del deterioro, sino también prevenir y actuar cuando lo perciben, lo cual posibilita ahorrar o retrasar intervenciones de mayor intensidad en el futuro.  

Si somos capaces, además, de escalar las capacidades de estos servicios gracias a los datos, es posible adquirir una dimensión completamente distinta. Hablamos de analizar, a gran escala, qué tipo de flujo de trabajo es más efectivo con las personas dependientes; qué funciona mejor para facilitar la tarea de los cuidadores; qué tipo de atención resulta mejor para evitar el deterioro cognitivo o físico; o, por ejemplo, qué áreas necesitan más intervención para mejorar el servicio de cuidados a personas dependientes.  

El camino por recorrer acaba de empezar, pero teniendo en cuenta circunstancias como el envejecimiento poblacional, el aumento de servicios ofrecidos en remoto o las posibilidades que ofrece la tecnología, los proyectos de cuidados en el hogar van a jugar, sin duda, un papel muy relevante en los próximos años en la atención sociosanitaria.


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