Interoperabilidad en el sector sanitario | NTT DATA

ju., 22 diciembre 2022

El rol de la interoperabilidad en la trasformación digital del sector sanitario

La transformación digital de una organización que se identifica con el calificativo de ‘innovadora’ debe ir más allá de la simple automatización de procesos o la mera liberación de los recursos humanos en aquellas tareas repetitivas que aportan poco valor. Gracias al potencial de las tecnologías profundas (Artificial Intelligence, Edge Computing, Syntetic Data, Quantum Computing, …), el desarrollo de software permite en la actualidad crear productos y entornos autónomos, inteligentes y predictivos para mejorar los servicios prestados, personalizándolos, haciéndolos proactivos, anticipando problemas de salud, mejorando la calidad asistencial, mejorando la gestión de los recursos, en realidad, en cualquier ámbito de las organizaciones sanitarias. En definitiva, disponer en cualquier punto del sistema de la inteligencia que proporcionan los datos para una toma de decisiones más certera.

En la era del Dato y con todas estas nuevas tecnologías disruptivas, seguimos dándonos cuenta de que la interoperabilidad sigue siendo, en la actualidad, un gran reto. En la actualidad, compartir datos con significado y en contexto va más allá de una mera optimización empresarial, ya que en el sector sanitario redunda en la salud de las personas y no es aventurado decir que ayuda a salvar vidas.

¿Qué es la interoperabilidad?

La interoperabilidad es la capacidad de intercambiar información entre dos sistemas manteniendo el significado y el contexto, asegurando el entendimiento de dicha información entre todos los actores de ambos sistemas.

Aplicándolo al ámbito sanitario, la interoperabilidad tiene una gran relevancia ya que disponer de la información relativa a un ciudadano cuando es atendido por el sistema impacta de lleno en la salud de este, mejorando la atención recibida, su salud, su bienestar o su calidad de vida. Veamos el porqué de la importancia del uso de la interoperabilidad en el sector sanitario.

Casos de uso de la interoperabilidad en el sector sanitario

Cuantos más entornos aislados logren aportar la información que generan con significado y en el contexto en el que se producen, mayor serán los datos donde aplicar estas nuevas tecnologías y mayor será la eficiencia y el impacto de los algoritmos inteligentes que se creen.

Gracias a esta cooperación se produce un aumento de la inteligencia colectiva del sistema de salud, ya sea a nivel hospitalario, regional, nacional o plurinacional, que redunda en una mejor toma de decisiones, lo que aplicado a la salud se traduce en una mejor atención, una mejor calidad de vida, la detección precoz de enfermedades, elaboración de nuevos fármacos o avances en investigación para el descubrimiento de patrones de afectación en la población, etc. Los ámbitos de aplicación son muchos y variados.

Pongamos el ejemplo de un hospital. La actividad diaria que en él acontece (información clínica generada por los profesionales sanitarios, pruebas diagnósticas, procedimientos, tratamientos, investigación clínica, …) supone una fuente de información sumamente valiosa. Ahora bien, sin aplicar buenas prácticas de interoperabilidad, usando estándares en todos los niveles, para garantizar el significado y el contexto de la información así como asegurar la correcta transmisión sin pérdida de dicho significado, se pierde la capacidad de compartir estos datos con otros hospitales y centros de atención primaria de una región, con los sistemas nacionales de salud o en espacios de datos plurinacionales o con otras organizaciones como centros de investigación o la industria farmacéutica. Estaríamos, por tanto, perdiendo la oportunidad de sacar provecho de datos valiosos para mejorar todos los aspectos de la salud y la vida de las personas, desde la prevención de enfermedades hasta la atención sanitaria cuando se producen.

Con el potencial de las tecnologías actuales, y las que puedan llegar en los próximos años, es una necesidad imperiosa apostar por la interoperabilidad con el fin de sacar el mayor provecho de los datos para mejorar la salud de todos los ciudadanos. De lo contrario, si optamos por soluciones sin la capacidad de interoperar, estaremos limitando la capacidad de estas tecnologías para explotar datos, provocando ‘búnkeres’ y silos que mantienen cautiva información de gran valor.

Frenos a la aplicación de la interoperabilidad

Si la tecnología no es un problema, ¿por qué no avanzamos más rápido en la interconexión entre sistemas? ¿Cómo podemos conseguir un mayor grado de interoperabilidad?

Evidentemente no es un problema sencillo de resolver y si fuera así, ya estaría resuelto. El problema reside en el origen de los datos, en los sistemas de información que los producen, que tienen modelos de información propietarios no estructurados y sin codificar, de los cuales es complejo y costoso obtener información con significado y contexto.

Por tanto, es necesaria una transformación de estos sistemas cambiando el paradigma sobre el que se construyen, separando los datos de las aplicaciones y haciendo uso de estándares internacionales en todos los niveles de la interoperabilidad.

Por otro lado, la gobernanza es otra gran limitación al uso compartido de la información desde un punto de vista regulatorio. Aspectos como la privacidad o la Ley de Protección de Datos suponen otro reto para el despliegue de la interoperabilidad.

La solución pasa por definir nuevas arquitecturas para el desarrollo de sistemas de información sanitarios donde se separen los datos de salud de las aplicaciones, comenzando por usar modelos de información estándar como openEHR, la creación y uso de arquetipos de información comunes en la industria, así como el uso de terminologías y sistemas de clasificación estándares como Snomed CT, LOINC, etc. Con ello, se lograría un Historial Clínico Electrónico estandarizado que posibilitaría el uso de la información clínica en la atención a un paciente en cualquier lugar del mundo.

Por otro lado, las leyes que regulan la custodia y el uso de los datos hacen que este escenario sea complicado de conseguir. La creación de soluciones donde el propio ciudadano sea el portador de la información o la evolución de la regulación actual o la creación de otros instrumentos regulatorios que permitan este uso compartido también serán necesarios para poder utilizar, de forma adecuada y en beneficio de los pacientes, de toda la información existente.

Interoperabilidad desde el diseño

El desarrollo de las nuevas soluciones o sistemas de información debe incorporar desde su concepción la interoperabilidad, con el fin de desarrollar un sistema interoperable.

La clave principal reside en separar los datos de las aplicaciones, además del uso de estándares de interoperabilidad en los procesos internos del sistema, en los modelos de información, en las terminologías y sistemas de clasificación, así como en las interfaces de intercambio de información con otros sistemas de información o espacios de datos.

El objetivo es escalar el valor de la interoperabilidad a la hora de desarrollar nuevos sistemas aplicando estos conceptos desde la concepción de los mismos, con el fin de poner a disposición de las organizaciones sanitarias toda la información generada de cara a mejorar la salud de las personas, así como hacer a las propias organizaciones más efectivas y eficientes.